Lo bueno se acaba y después de tantas fiestas, de muchos planes, de no parar y la primera semana de asentamiento... ya estamos por aquí otra vez.
Con muchas ganas de seguir compartiendo cosas con vosotros, de proponeros consejos, de divertirnos escuchando vuestras anécdotas, que aunque no os lo creáis, ¡¡¡LAS LEEMOS TODAS!!!, de contaros nuestros planes y de continuar publicando artículos para poder ayudaros y orientaros.
Hemos empezado la primera semana con mucho trabajo a nivel logopédico. Nos han escrito y han venido al centro varias familias preocupadas por cómo deben de hacer para estimular a sus hijos en el tema del habla, así como algunos papis preocupados por como actuar en casa para mejorar el lenguaje de los más pequeños.
Así que... viendo los mensajes de esta semana, nos hemos decidido a daros algunos consejos sobre como estimular a nuestros hijos desde que son bebes en el mundo del lenguaje.
Desde
los primeros días de vida de un bebe, los padres debemos estimularles por medio
de sonrisas, ruidos,
imitaciones, balbuceos, sonidos… Los niños perciben cualquier sonido y por
muy pequeños que sean lo registran.
Cuando
son bebes por medio del juego podemos estimularles a nivel oral y poco a poco cuando
vayan creciendo veremos cómo su lenguaje va evolucionando y empiezan a jugar
con él, emitiendo ruidos de animales, sonidos que les asombran y reproducirán silabas
y jugarán a gesticular con la boca.
Las
verbalizaciones que los bebés escuchan son de gran importancia para que su
desarrollo lingüístico sea el adecuado y evolucione favorablemente.
El
lenguaje es una de las funciones más importante y su desarrollo lleva un ritmo
diferente dependiendo de cada niño. Aunque en cada rango de edad se dan unas u
otras características, cada niño lleva su ritmo y no todos balbucean a la misma
edad, ni emiten sonidos con la misma fuerza, ni son capaces de articular
palabras antes del año. Cada pequeño finalizará la adquisición del lenguaje
cuando esté preparado.
Estimular
a los niños desde bien pequeños contribuye a su correcto desarrollo.
Por
este motivo, debemos hablarles con un lenguaje claro, vocalizando, respetando
el ritmo del niño cuando intente expresarse, no interrumpirlo cuando hable,
dejarle que conteste a pesar de que tarde en dar su respuesta, escucharle y lo
más importante, nunca reírnos de él aunque hable mal.
Una
de las cosas a tener en cuenta, es que es importante que a los niños les demos
ejemplo, se sientan apoyados y comprendidos y que no sientan, como ya hemos
dicho, que nos reímos de ellos cuando se equivocan, ya que están en pleno
proceso de aprendizaje.
Ahora
bien, aunque estimulemos eso no quiere decir que todos los niños hablen
perfectamente, puede que haya niños que presenten un retraso en la adquisición
del habla o tengan un trastorno del lenguaje. En estos casos, lo recomendable
es acudir a un especialista para que trabaje con el niño y nos den pautas para
casa.
A
continuación vamos a daros algunos consejos prácticos para trabajar en casa el
área del lenguaje desde el primer momento.
Son cosas del día a día y muy
sencillas de hacer:
- Cuando hagamos referencia a algún objeto, debemos nombrarlo por su nombre y evitar los diminutivos o nombres inventados. (decir “chupete” en lugar de “tete”)
- Intentar no decir solo una palabra, sino realizar la frase completa. (“toma el chupete”, en lugar de “chupete”)
- Al nombrar un objeto si tenemos la posibilidad de mostrárselo en imagen, llevará a cabo una asociación entre la palabra y la imagen. (“comete la manzana” al mismo tiempo que le damos la manzana)
- Cuando nombremos animales o los veamos en dibujos reproducirle el sonido al niño, al igual que con otros objetos como medios de transportes, objetos ruidosos… (“el perro hace guau”)
- Podemos añadir un adjetivo o alguna palabra que describa el objeto en sí. (“la manzana roja”).
- Al nombrar palaras podemos decirle con que letra empieza. (“mira ese avión, avión con aaaaa”)
- Adaptar las frases a su edad. No es lo mismo un niño de dos años que de 5 a la hora de dirigirnos a ellos, por lo que es recomendable adaptarlas al nivel de producción y comprensión del niño.
- Intentar pronunciar alto y claro las palabras y en caso de que sean más difíciles de pronunciar o de gran longitud, decirlas despacio.
- Cuando queremos que el niño aprenda o retenga algún concepto podemos recalarlo y repetirlo varias veces (“mira la manzana, has visto la manzana, te gusta la manzana, te vas a comer la manzana”).
- Cuando nuestro pequeño diga una palabra y la pronuncie de manera errónea, no corregirle ni decirle que está mal dicho, es mejor limitarnos a repetírsela correctamente. (niño “hay un pego”, mama “ahh que estás viendo un perro”).
- Hacerle partícipe en las conversaciones con los adultos. El niño se sentirá importante y él mismo conversará con nosotros.
- Adaptaremos nuestro lenguaje, en la medida de lo posible, a nuestro hijo para potenciar y favorecer la comunicación con él.
- Podemos resaltar lo que hace nuestro hijo en voz alta mientras hace alguna cosa. (si está guardando sus juguetes, podemos decir en voz alta “está cogiendo el lápiz verde”, “la muñeca la guardas en el cajón”).
A
día de hoy hay un elevado número de niños que presentan dificultades en el
habla, que tienen un retraso en el lenguaje, que no consiguen pronunciar
correctamente todos los fonemas, que les cuesta mantener una conversación…
La
importancia de realizar un diagnóstico inicial y el hecho de acudir a un
especialista para poder llevar a cabo el tratamiento adecuado y personalizado
que necesita cada niño, es fundamental para que el niño evolucione y no
presente problemas mayores con el paso de tiempo.
El
trabajo con el niño se irá pautando según su evolución, pero hay que saber que
el trabajo con los padres también es importante. Lo primero informarles de cómo
pueden estimular el lenguaje de su hijo, ya que es parte fundamental de
cualquier intervención logopédica.
Otro día os contaremos la importancia de un logopeda y cuando es necesario acudir a uno.
Imágenes extraídas de la galería de
Google.
No hay comentarios:
Publicar un comentario