
Dentro del área de la lectoescritura son muchas las dificultades
que podemos encontrarnos y que retrasan este proceso de aprendizaje en nuestros
hijos, pero no siempre la “culpable” es la dislexia.
La dislexia es un trastorno de la adquisición y consolidación de
la lectura y escritura que influye en el rendimiento escolar y como
consecuencia, en el desarrollo emocional y social del niño. Es una dificultad en el aprendizaje de la lectura,
la escritura o el cálculo, que frecuentemente está asociada con trastornos de
la coordinación motora y la atención, pero no de la inteligencia.
Cuando al niño no se le ha evaluado y los padres y profesores
desconocemos que el niño puede presentar una dislexia, solemos catalogarle de
“vago”. Cuando el niño suele rendir menos, comete cada vez distintos errores,
evita leer, suele mostrarse impulsivo… nos apresuramos a decir que se porta
mal, que no presta atención y que no quiere trabajar, pero en realidad puede
que de fondo haya una dificultad de la lectoescritura: una dislexia.
Para ello lo mejor es asesorarnos y pedir ayudar a los
profesionales. Ellos nos asesorarán sobre este trastorno del aprendizaje,
valorarán a nuestro hijo, llevarán a cabo un programa de intervención si es
necesario y nos enseñarán y darán pautas para aprender a como trabajar y
entender las dificultades de nuestro hijo.
Aunque en muchos casos se va a necesitar la ayuda de un
profesional, podemos desde casa tomar algunas medidas básicas, tales como:
-
Proporcionarle apoyo
emocional.
-
Ayudarle a mejorar su
autoestima.
-
Animarle a que tengan un
hábito lector.
-
Trabajar la conciencia
fonológica.
-
No regañarle por los fallos
cometidos ni insistir en que se fije que “si no lo vas a hacer mal”
-
Enseñarle a cómo organizar
sus tareas y actividades.
-
No hablar de sus
dificultades o fracasos con nadie si tu hijo no lo permite.
-
Estar en contacto con el
colegio y acudir a ellos ante cualquier duda que tengamos.
Aunque tengamos asumido que nuestro hijo tiene dislexia y que está
trabajando con una profesional, nuestro apoyo como padres es fundamental, y por
ello desde casa podemos utilizar estrategias que le ayuden a aprender como:
-
Podemos ayudarles con los
deberes, NO HACERSELOS, o buscar ayuda profesional.
-
Enseñarle a identificar
derecha e izquierda con algún símbolo o dibujo.
-
Enseñarle a preparar y
vaciar su cartera y a organizar su material.
- Cuando leamos con él,
enseñarle el significado de las palabras que desconoce.
-
Dejarle utilizar ordenador,
agenda electrónica, correctores de ortografía…
-
Darle instrucciones
sencillas y de una en una.
-
Para reforzar alguna de las
áreas afectadas, realizar juegos específicos.
A continuación, desde el centro AVANZA, os mostramos algunos de
los juegos que podéis realizar con vuestro hijo y que le van ayudar mucho a
mejorar:
-
El veo – veo
-
Domino de letras, o de silabas o palabras.
-
Hacer crucigramas y sopas de letras.
- Jugar al memory: realizar parejas con dibujos, letras, símbolos, palabras…
-
Lince: juego de atención y agudeza visual.
Lince: juego de atención y agudeza visual.
-
Palabras encadenadas.
-
Búsqueda de palabras por fonemas.
-
Twiste. juego de orientación espacial.
- Tangram: lo podéis hacer en ordenador o juego de mesa.
-
Formar palabras eligiendo letras al azar.
-
Leer absurdos.
-
Separar silabas con palmadas.
- Ordenar silabas para formar palabras.
- Contar mentalmente las palabras que forman
una frase.
-
Deletrear palabras.
Jugar al scrabble
-
Realizar rimas.
Imágenes extraídas de la galería de Google
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